miércoles, 27 de junio de 2012

Empleo, el fracaso

El éxito o fracaso económico de un gobierno se mide, fundamentalmente, por su capacidad para propiciar la creación de empleos productivos en forma sostenida, y lograr, simultáneamente, una baja y estable tasa de inflación que permita una mejora progresiva del poder de compra o salario real de las personas ocupadas.

Sin estos dos requisitos es imposible superar la pobreza y elevar el bienestar colectivo en forma permanente, por muchos programas sociales o Misiones, como los llama el gobierno actual, que se instrumenten.

Si bien el crecimiento económico es una condición necesaria para crear empleos, esto no es suficiente. Si éste no está acompañado de una alta capacidad para generar empleo productivo a una tasa acorde con el crecimiento de la demanda de trabajo, la consecuencia inevitable es una alta tasa de desempleo.

Cabe entonces preguntarse: ¿El modelo y la política económica del denominado Socialismo del Siglo XXI han sido exitosos en la creación de empleos?; ¿Qué tipo de empleos han generado y cuál es la calidad del mismo?

Según las dudosas cifras del INE, ­dada la insensatez del presidente de este instituto al convertirse en
un propagandista político del gobierno­, en Venezuela para el mes de abril de este año 1.152.522 personas estaban desempleadas (8,6%) y 5.071.066 estaban ocupadas en el sector informal de la economía (41,3%), en general con muy baja productividad e ingresos, para un total de 6.223.588 personas que no tienen un salario o ingreso estable.

En cuanto a la calidad del empleo se estima que dos de cada tres personas (2/3 partes), tienen un empleo precario caracterizado, entre otros factores, por un bajo nivel salarial, extensas jornadas, trabajo no acorde con la formación y capacitación de la persona y falta de seguridad social.
Tenemos así en Venezuela un mercado laboral donde un alto porcentaje de las personas en edad de trabajar y buscando empleo están desocupadas y quienes tienen un puesto de trabajo formal o están ocupadas en el sector informal en un altísimo porcentaje laboran en condiciones precarias.

Pero, además, quienes trabajan para el Estado-Gobierno (cerca de 2.5 millones) no tienen garantía alguna de que sus beneficios y condiciones contractuales serán respetados, pues el Gobierno se ha convertido en el peor patrón que no honra a cabalidad sus compromisos y obligaciones con los trabajadores, acumulando pasivos laborales hasta ahora incuantificados.

Esta trágica realidad del empleo impide que millones de venezolanos puedan elevar su nivel y calidad de vida y los condena o bien a vivir en estado de pobreza o en condiciones muy limitadas y precarias para satisfacer sus necesidades básicas.

Las causas de este panorama sombrío del empleo están directamente asociadas a la gestión del gobierno revolucionario. Su modelo y política económica, centrada en la estatización de la economía, en satanizar, perseguir y obstaculizar la propiedad y la actividad productiva privada; ahuyentando la inversión mediante una política fracasada de control de precios y del tipo de cambio, expropiación y apropiación compulsiva de tierras y empresas, importaciones masivas haciendo de Venezuela una "economía de puerto"; ha producido la quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas, el traslado a otros países de muchas empresas grandes y la caída y congelación de inversiones que podrían generar empleos en nuestro país, con lo cual, paradójicamente, el presidente y el gobierno, que se dicen defensores de los pobres, se ha convertido en una eficaz maquinaria destructora de empleos efectivos y potenciales.

A título ilustrativo, entre 2001 y 2011 se perdieron aproximadamente un millón de empleos por la desaparición de 200 mil empleadores, resaltando la quiebra de cerca de cinco mil empresas manufactureras, mientras que los trabajadores por cuenta propia crecieron en ese mismo período 874.479 (28,2%) debido a la falta de empleos formales.

La conclusión es clara: este gobierno está incapacitado para generar empleos productivos y de calidad y sin estos no hay inclusión ni bienestar social para la familia venezolana.

Extraido de http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=72586&tipo=AVA